Las fracturas de ganchoso representan del 2% al 4% de todas las fracturas de huesos del carpo, aunque es probable que estas tasas estén subestimadas ya que estas lesiones pasan fácilmente desapercibidas en las radiografías estándar de muñeca.1,2 La tomografía computarizada (TC) suele ser útil para evaluar la morfología de las fracturas y puede útil para la planificación preoperatoria.3 Hay pocos estudios en la literatura actual con tamaños de muestra superiores a 10 pacientes, y el manejo de las lesiones de ganchoso y las indicaciones de la cirugía no están bien descritos.
Milch en 1934 clasificó las fracturas del cuerpo ganchoso como que involucraban el gancho o el cuerpo del ganchoso (Fig. 1).3, 4, 5 Las fracturas tipo 1 de Milch, o fracturas en gancho del ganchoso, generalmente se tratan sin cirugía a menos que sean sintomáticas.3 Las fracturas de Milch tipo 2 se subdividen en tipo 2a, fractura coronal, y tipo 2b, fractura transversal, que generalmente ocurren por lesiones de alta energía. Estos tienen una mayor asociación con las luxaciones por fractura del carpo y carpometacarpiano.
Se ha informado sobre el tratamiento no quirúrgico exitoso de fracturas de ganchoso estables y no desplazadas.6 Se puede utilizar reducción cerrada y fijación con clavos percutáneos o reducción abierta y fijación interna para estabilizar las fracturas desplazadas o restaurar la congruencia de la articulación.6 Pueden ocurrir complicaciones que surgen de las fracturas de ganchoso, pero generalmente se correlacionan con la gravedad de la lesión inicial, los retrasos en la presentación o el diagnóstico o el incumplimiento.7 Sin embargo, existe literatura limitada que oriente a los cirujanos sobre cómo tratar las fracturas de ganchoso. Por lo tanto, el objetivo principal de nuestro estudio fue investigar las fracturas de ganchoso manejadas por nuestra unidad.
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El propósito principal de nuestro estudio fue investigar las fracturas de ganchoso en una única unidad terciaria de cirugía de la mano en Australia Occidental, particularmente comparando los resultados quirúrgicos y no quirúrgicos.
Conclusiones
Se han realizado pocos estudios que analicen las fracturas de ganchoso. Hemos agregado a esta literatura una de las muestras de mayor tamaño de fracturas de ganchoso hasta la fecha. Nuestros hallazgos respaldan el uso de tratamiento no quirúrgico para fracturas no desplazadas y tratamiento quirúrgico para fracturas desplazadas. Esto se refleja en nuestra población de pacientes.
Es de destacar que las fracturas de ganchoso son difíciles de diagnosticar y pueden resultar difíciles de tratar. De acuerdo con estudios previos, los pacientes que sufren fracturas de ganchoso tienen déficits funcionales mínimos, ya sea que se traten quirúrgicamente o no quirúrgicamente.
Se requiere un seguimiento más prolongado para los resultados de las fracturas de ganchoso y para comparar los resultados a largo plazo entre el tratamiento quirúrgico y el no quirúrgico. Se necesitan más investigaciones que incluyan ensayos controlados aleatorios prospectivos que comparen el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de las fracturas ganchosas y los métodos de fijación.
Rogers R, Luk L, Ross R, Cowling L, Wall B, Lawson-Smith M. Study of Hamate Fractures in a Single Tertiary Hands Unit: A Retrospective Cohort Study and Literature Review. J Hand Surg Glob Online. 2024 Apr 15;6(3):344-348. doi: 10.1016/j.jhsg.2024.02.002. PMID: 38817751; PMCID: PMC11133886.